martes, 26 de octubre de 2010

La clave del estilista reside en el visagismo.

Claude Juillard, nos muestra que la técnica del visagismo aplicada con método y dotándola de un sentido estético da un impulso decisivo a la imagen personal de cada uno. La percepción artística cobra un valor añadido cuando se conjugan la composición en la distribuición de las formas, volúmenes, movimientos y color del cabello. Asimismo, hay que implantar la armonía no solo en el rostro sino también adecuando el estilo al carácter, costumbres, vida social y gustos personales.
Es muy importante ser observador y no dejar pasar pequeños detalles. La edad, importa, pero es más esencial fijarnos si la persona es tranquila, agitada, si posee un espíritu alegre, si le gusta lo clásico, que actividad profesional desempeña en la vida, etc. Con la práctica se obtienen muchos detalles basándonos en el modo de vestir, la conversación, movimientos o complementos que porta la persona.
Podemos decir que, como tónica general:
·Para una persona serena y tranquila conviene un peinado clásico de corte simétrico y liso.
·Para una persona entusista y alegre, un peinado de fantasía o desfilado y asimétrico es más adecuado.
·Para una persona trabajadora, un peinado simple, discreto y armonioso que pueda retocarse ella misma es lo más práctico.
·Una persona cosmopolita portará un peinado trabajado y sofisticado.
Las modas son pasajeras y, aunque en peluquería a veces prima un elemento o estilo determinado y sobresale durante un periodo de tiempo (cortes garÇón, flequillo Cleopatra, pelo liso), no se impone nunca un peinado sino un estilo o idea forjadora:
·Longitud de los cabellos: sean largos, cortos o media melena.
·Volumen del peinado: exagerado, poco abultado o liso.
·Estilo del peinado: liso o hueco, simétrico o asimétrico.
·Tendencia general del peinado: esto se conforma repartiendo los volúmenes y encauzando los movimientos.
El estilista debe dilucidar la línea que marca la moda y cimentar sus creaciones respetando esta.

La silueta, el cuerpo y el cabello

La silueta general de la persona debe ser tenida muy en cuenta a la hora de ejecutar el modelo de peinado elegido. Como norma general citaremos a modo de orientación que: para una persona alta elegiremos peinados con volumen en los laterales y evitarlos en la parte superior de la cabeza, en caso de decantarnos por un recogido optaremos por uno a la altura de la nuca, evitando situarlo encima de la cabeza. Si es alta y gruesa los recogidos bajos, media melena o melena lisa. Si es alta y delgada evitaremos lineas verticales, recogidos altos o postizos voluminosos. Decantándonos por volúmenes discretos y peinados huecos.
Si la persona posee una talla media nos centraremos preferentemente en la forma del rostro.
Para una persona de talla pequeña se pueden elegir peinados con volumen (si el rostro lo permite) pero, acentuándolos en la parte superior y en los lados. Las melenas no deben sobrepasar la longitud del cuello. Una melena larga solo consigue acortar más la figura. Lo más apropiado será un cabello corto. Si es baja y delgada, evitaremos volúmenes sobre todo en la zona del cuello y pegaremos los laterales a la cara estilizando la figura.

Forma del rostro, tipos

Observaremos el frente y el perfil analizando y buscando sus principales características o posibles defectos.
Comedidamente palparemos el cráneo para memorizar irregularidades que nos servirán para enfatizar, dar volumen o descargar según sea el caso. Los tipos de rostros viene determinados por la forma del óvalo de la cara: en forma triangular,diamante, oval, redondo, rectangular y pera. Sin olvidarnos de las distintas mezcolanzas entre si. A cada uno de estos tipos de rostros le corresponde una forma de peinado que resalta sus características o nos señala alguno de sus defectos.
A continuación veremos diferentes tipos de rostros y su implantación. Esto nos ayudará a profundizar y a comprender un poco mejor el visagismo. Señalemos aquí, no obstante, que lo expuesto a continuación no implica un axioma de armonía pedagógica ni mucho menos. Por lo tanto lo facilitaremos como unas directrices meramente indicadoras. Los rostros se clasifican según su forma geométrica y dimensión, a saber:
Rostro redondo
La cara redonda implica que el cuerpo en si tenga apariencia redondeada. Se trata de un rostro que guarda equilibrio. Sus características incluyen un mentón pequeño y una frente angosta con mejillas redondeadas. Este tipo de rostro es ancho con una línea de contorno y un mentón redondeados. El objetivo será crear la ilusión de longitud; lo que puede lograrse elevando el cabello en la parte superior de la cabeza. Un estilo de cabello muy corto no sería adecuado. Intentaremos lograr volumen en la parte superior de la cabeza al tiempo que los lados quedan lo más cortos posible. Esto ayudará a crear una forma más equilibrada. El cabello largo debe cortarse a la altura de la clavícula, evitaremos cortarlo en una melena a la altura de la mandíbula o del pómulo ya que esto acentuará el ancho del rostro. Con los estilos cortos trataremos de crear contornos más largos frente a las orejas; de la misma manera cuando el cabello se recoge en la parte superior de la cabeza libere algunas mechas para crear la ilusión del largo. Al maquillar, aplicaremos una tonalidad más oscura a los pómulos para alejarlos visualmente. Se recomienda un maquillaje discreto para los ojos y la boca. Pruebe pendientes más largos para ayudar a la ilusión del largo. Evitaremos las permanentes, los estilos de cortes de cabello demasiado corto, los estilos pegados en la parte superior, volumen lateral, todos ellos acentúan la redondez. En cambio los estilos densos, escalados, y desfilados sobre la cara, sin ocultar demasiado serán más adecuados para estas personas.
Rostro ovalado
Es oblongo, es decir, tiene forma de ovalo. Sus rasgos suelen ser suaves. Este se reconoce como la forma ideal (corresponde a las dimensiones del canon de belleza) y, como tal, los estilos en los diferentes tipos de rostro intentan crear la ilusión de un rostro ovalado. Este rostro mide aproximadamente 1,5 veces de largo lo que mide de ancho en la frente, que es a su vez levemente más ancha que el mentón. Todos los estilos son adecuados con este tipo de rostro La frente, las mandíbulas y los pómulos forman casi una circunferencia. El rostro ovalado se considera en el mundo de la moda como la forma ideal, con simetría y equilibrio, y es por lo tanto la base preferida para la mayoría de los peinados. Como siempre, también es importante combinar la personalidad del cliente y las necesidades prácticas del cabello así como también tener en cuenta la forma general del cuerpo. Además, la forma de los rasgos prominentes, como por ejemplo el cuello, las orejas o el contorno, será determinante en el momento de elegir el estilo para el cabello. Un rostro ovalado crea la impresión de líneas suaves y fluidas que complementan perfectamente la apariencia femenina. Un rostro ovalado es el complemento ideal para un cabello largo clásico o para los estilos cortos vanguardistas. Al aplicar el maquillaje nos centraremos en los contrastes para realzar al máximo los rasgos, por ejemplo resaltando los ojos y los labios. La base debe ser homogénea: evitaremos varias tonalidades de color. Elegiremos una paleta simple.
Rostro cuadrado o ancho
Similar a la forma redondeada; esta se caracteriza por una línea de contorno y de mandíbula cuadrada con un rostro ancho. Se debe generar altura en el estilo, prestando particular atención a la creación de la ilusión de un rostro angosto. Se debe trabajar para suavizar el contorno del rostro agregando volumen al cabello. Una frente amplia y plana, mejillas de líneas rectas y una línea prominente del mentón dan como resultado una forma cuadrada del rostro. El estilo seleccionado debe suavizar esta apariencia para evitar la impresión de dureza. Evitaremos las formas rectas o muy cortas, tratando de crear contornos ovalados o redondos, por ejemplo utilizando un cepillo redondo o tenacillas. En los cabellos largos, liberar algunas mechas o rizos a los costados ayudará a suavizar el efecto. No llevaremos el cabello hacia el rostro, utilizaremos tonalidades de color cálidas y agregaremos movimiento para ocultar los ángulos duros. Manejaremos tonalidades de base oscuras en los bordes del rostro y otras más claras en el centro para crear una ilusión ovalada. En este caso, un maquillaje llamativo en los ojos ayudará a atraer la mirada hacia el centro del rostro, sin embargo esto debemos ser coherentes con la personalidad del cliente y su estilo de vida.
- Seleccionaremos un tono discreto para los labios y pruebe pendientes largos.
-Puede ser de rasgos suaves o duros, si sobresale la frente o el maxilar.
- Evitaremos el peinado hacia atrás y alto, descargando la nuca y acortando los laterales, nos cuidaremos de arropar con grandes volúmenes la cara.
Un estilo asimétrico con un lateral mas largo que el otro y un flequillo extenso dará más amplitud al rostro. Aunque predomina una frente ancha donde sobresalen las mandíbulas, un rostro cuadrado también puede tener algo de redondez. Estas personas transmiten unas sensaciones de dureza y pesadez y resultan especialmente difíciles de peinar o maquillar de forma adecuada. Evitaremos los cortes de líneas rectas o cuadrados o los estilos geométricos. Encajan bien los cortes de forma redondeada o unos rizos suaves sobre la parte superior del cabello.
Rostro diamante
Se caracteriza por una frente angosta, pómulos anchos y un mentón angosto. En este caso un estilo complementario buscará reducir el ancho a la altura de los pómulos. Es necesario crear un estilo que se mantenga cerca de la cabeza, mientras que al mismo tiempo retiene ancho y cuerpo alrededor de la línea de la mandíbula y de la frente. Parecen no tener barbilla o se les ve muy retraída. Esta forma suele presentar una frente amplia y plana, y un mentón puntiagudo. Las orejas grandes o un cuello largo la resaltan aún más. Compensaremos con un estilo de forma inversa, con más peso y volumen alrededor del cuello y las orejas decreciendo hacia la parte superior de la cabeza y alrededor de la frente. Un cuello delgado y un mentón puntiagudo pueden compensarse con un cabello más largo en el área de la nuca. Utilizaremos las técnicas de forma para lograr cuerpo y volumen dónde sean necesarios.
Al aplicar el maquillaje, se pondrá una tonalidad más oscura de base para el mentón y una más clara en las mejillas, los labios deben combinar con la tez; evitamos las tonalidades oscuras alrededor de los ojos. Mediante esta técnica la mirada se aleja del mentón y de la frente, creando la impresión de un rostro más simétrico este tipo de personas evitaremos los estilos altos y voluminosos, así como los cortes de cabello corto y puntiagudo, pues estos dan sensación de mayor amplitud de carrillos. En cambio, un peinado que se prolongue hasta media barbilla ganando volumen en su parte final o cortes desfilados a partir de ella ayudará a ampliarla.
Rostro alargado y delgado
Puede ser de rasgos suaves o duros, si sobresale la frente o el maxilar.
Evitaremos el peinado hacia atrás y alto, descargando la nuca y acortando los laterales, nos cuidaremos de arropar con grandes volúmenes la cara. Un estilo asimétrico con un lateral mas largo que el otro y un flequillo extenso dará más amplitud al rostro, o simplemente un estilo simétrico largo con volumen en los laterales
Rostro mixto
Este rostro es una combinación de los anteriores, pudiendo variar de triangular, triangular invertido, hexagonal, etc. Las personas de rostro mixto poseen zonas anchas y estrechas que se combinan entre sí. Son los óvalos que tienen las dos características unidas pero no en su zona correspondiente.
Encontramos dos grupos:
- Mixtos en la zona superior del óvalo. Son óvalos alargados a la vez que la zona de las sienes y de los pómulos es más ancha de lo normal, pudiendo encontrar aquí los denominados de diamante y triangulo invertido. Para la adecuación de estos tipos de óvalos será la unión de las correcciones correspondientes lo que realizaremos, es decir, estrecharemos la zona ancha y daremos volumen en la zona estrecha.
-Mixtos en la zona inferior, en este caso se ensancha la zona del mentón.

Formas de cabeza y cara
Podemos englobarlas en angulares o redondeadas. Un buen estilista tendrá en cuenta la forma de la cabeza desde todos los ángulos así como también aquellos rasgos más específicos, como por ejemplo orejas asimétricas. Esta información dictará, hasta cierto punto, la variedad de estilos más adecuados para un individuo.

Los perfiles
Al igual que con el óvalo facial, existe un perfil, llamado “perfil ideal”, que sólo tienen una minoría de personas. Viene determinado por una ángulo de 80 grados y por las formas perfectas del mentón o barbilla; la nariz y la frente, referenciadas a un lado de dicho ángulo. A todo perfil que se aparte de este tipo se le puede considerar perfil irregular o perfil especial.
Un perfil recto se considera ideal y no restará al efecto de un buen corte y estilo. Las variantes en el perfil incluyen un perfil cóncavo, convexo y anguloso como ser el perfil con un mentón que retrocede y una frente que se adelanta. Se debe utilizar el cabello para distraer la vista de esas características, por ejemplo con un perfil cóncavo no se debe aumentar el cabello sobre la frente.

Visagismo, peluquería emocional
La estructura facial de cada persona viene determinada por la posición, la forma y la estructura de las prominencias que van formando los huesos, como por ejemplo, las lineas de la nariz, mentón o frente. Relacionaremos la forma de la cabeza vista de perfil, de frente y posterior. El ángulo del cuello y la relación con el cuerpo (léame hombros, caderas, estatura, pies y demás).
Todo lo antecedente englobaría la base de todo estilista.
El visagismo va más allá y se pregunta, por ejemplo: ¿Por qué a una cara oval no le puedo dar un corte redondo si le gusta así? Podemos hacer estilismo de carácter o estilismo de armonía. Es decir acentuamos la forma del rostro o nos centramos en el equilibrio. Si tenemos una cara larga, no vamos a acortarla si al cliente le agrada, lo que hacemos es dotar esa cara de carácter. Ahora bien, si a el o ella no le gusta, entonces buscamos el equilibrio entre las facciones. Evidentemente, el color del cabello y tono de piel juega un papel importante en la imagen final.
Mediante pruebas y test de estilos se determina que estilo predomina. Se presentan las propuestas e interactuando con lo que la persona expresa y siente, se actúa en consecuencia. Esto crea un clima de cordialidad creativa y confianza que redunda en una relación interactiva y duradera.
Por último, el visagismo lo podemos aplicar a variadas disciplinas: Moda, óptica, maquillaje, cirugía estética...

2 comentarios:

Floren Horcaxo dijo...

Deberías citar citar la fuente.

Jk dijo...

gracias.