Aquí podemos ver el proceso de trabajo en in situ. Esta vez Túnez.
J.R se arma de un equipo de fotógrafos del lugar que recorren el país en busca de la personas retratadas, las convencen, les cuentan de qué se trata, intiman, acceden a colaborar o no; luego las fotos tomadas pasan por el proceso de impresión como gigantografías y, en este caso, van a cubrir las paredes que hasta hace poco eran manchadas por imágenes de dictadores y/o gobernantes de facto.
Ahora las paredes están iluminadas por las sonrisas y expresiones de quienes habitan ese pedazo de tierra, de quienes hace muy poco decidieron desentenderse de los tiranos y buscar un rumbo propio, largo y dificultoso, pero manejado por ellos.
Sus rostros merecen estar en las calles como consecuencia de su triunfo.
El proceso de trabajo de J.R, ese activista-artista de 27 años, es fascinante
